La llegada de un bebé es un momento emocionante y transformador en la vida de cualquier familia. Adaptarse a esta nueva vida en común también implica preparar a tu perro para los cambios que se avecinan.
Con algunos ajustes y una educación canina amable, es posible compaginar los cuidados del bebé con los de tu perro, logrando que disfrutéis de una vida en familia.
Índice
Preparativos Previos a la Llegada del Bebé
Mantén la Calma y la Rutina
Es lógico sentir incertidumbre y algunos miedos sobre cómo será la convivencia. Sin embargo, con sentido común y una preparación adecuada, no debería haber problemas. Miles de familias con perros y bebés conviven felizmente.
No Dejes Solo a tu Perro
Si la familia va a pasar tiempo fuera del hogar (hospital, papeleo…), es importante no dejar solo al perro. Si no podéis estar con él, dejadlo con algún familiar o persona conocida durante esos días.
Familiariza a tu Perro con el Olor del Bebé
Antes de que el bebé llegue a casa, llevad una toalla o manta con su olor. Acaricia a tu perro y dale premios mientras huele la manta, para que asocie el olor del bebé con experiencias positivas.
Chequeo Veterinario
Lleva a tu perro a la clínica veterinaria unos días antes de la llegada del bebé. Un chequeo general y un limado de uñas ayudarán a evitar arañazos accidentales.
Primeros Días con el Bebé en Casa
Evaluación del Comportamiento del Perro
Asegúrate de que tu perro no muestre comportamientos agresivos o predatorios hacia las personas. Si es necesario, contacta con una profesional de la educación canina amable para establecer un plan de trabajo.
Atención y Afecto Continuos
Aunque la atención al bebé será prioritaria (cambio de ropa, aseo, comidas, etc.), no olvides atender a tu perro. Es un miembro más de la familia y necesita sentirse querido y valorado.
Interacción con las Visitas
Las visitas deben seguir atendiendo al perro, jugando con él, sacándolo a pasear y hablándole. Así, no se sentirá relegado a un segundo plano.
El Primer Contacto entre Perro y Bebé
Mantén la Calma
Actúa de manera relajada durante el primer contacto para evitar transmitir excitación a tu perro. No le castigues por querer investigar al bebé, ya que podría asociar su presencia con algo negativo.
Refuerzo Positivo
Si tu perro se acerca al bebé y lo huele de forma calmada, prémialo con caricias y palabras suaves. No alargues en exceso el primer contacto y no fuerces la interacción. El proceso debe ser gradual y respetar el ritmo del perro.
Convivencia y Vigilancia Continua
Técnicas Naturales y Positivas
Fomenta técnicas naturales y positivas para que el perro y el bebé se vayan conociendo poco a poco. Deja que se acostumbren a los olores, el rostro y la presencia del otro bajo tu vigilancia.
Supervisión Constante
Siempre supervisa las interacciones, ya que los bebés pueden hacer sonidos que asusten al perro y provoquen comportamientos inesperados.
Conclusión: Una Convivencia Enriquecedora
La vida conjunta de perros y bebés es más fácil de lo que parece. Con adaptación a las nuevas rutinas y siguiendo una educación canina amable, la convivencia puede ser enriquecedora y fascinante para toda la familia.
Adaptarse a esta nueva etapa con amor y paciencia garantizará una vida feliz y armoniosa multiespecie.
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Ahora si, me despido hasta la próxima.
Un besote,
Noemí