¿Meter a tu compañero canino en la bañera se ha convertido en todo un reto? No dejes que su aversión al agua sea un obstáculo para mantener unos correctos hábitos de higiene. Aquí te damos algunos consejos para que el baño y el secado dejen de ser un proceso traumático.
Índice
Transforma el Baño en Algo Divertido
Es crucial que tu perro asocie el agua, el jabón y tus caricias con algo positivo. Para ello, evita cualquier aspecto que pueda convertirse en un recuerdo desagradable. Ten en cuenta la temperatura del agua, evita resbalones y minimiza los ruidos.
Los perros son muy sensibles a estos estímulos, así que crea un ambiente cómodo y divertido. Usa juguetes de goma y pequeñas recompensas para mejorar la experiencia.
Haz que Tu Perro se Sienta Seguro
Los perros no tienen rechazo natural por el agua. Esta aversión surge de experiencias pasadas desagradables. Asegúrate de que el baño se desarrolle en un entorno seguro.
En la bañera o en la ducha, utiliza una alfombra de goma para evitar resbalones y asegúrate de que no haya objetos que puedan caer. Si es un cachorro o un perro pequeño, báñalo en un barreño para que se sienta más protegido.
Ayúdale a Controlar sus Miedos con Educación Canina Amable
La inseguridad es el principal problema de muchos perros. Puesto que el baño no es una actividad diaria, puede resultarles impredecible e incómoda. Háblale con voz calmada, evita gestos bruscos y transmite tranquilidad.
Introduce Comandos en el Área de Baño
Enseñarle comandos como “sienta”, “quieto”, “entrar” o “salir” en el área de baño puede ayudar. Si tu perro está sensibilizado a los baños, trabaja previamente la desensibilización.
Si la bañera o la ducha le generan ansiedad, prueba a bañarlo en la terraza o en el jardín. Asegúrate de que hace calor y evita usar agua directamente de la manguera, ya que el ruido puede asustarle.
Desensibiliza a tu Perro al Secador
El secador puede ser una fuente de estrés. Usa el secador a media temperatura y baja potencia, evitando la cara, orejas, barriga y zona genital.
Días antes, coloca el secador en el suelo y echa chuches alrededor.
Luego, enciéndelo a baja potencia y a una distancia cómoda, premiando a tu perro por mantenerse tranquilo. Gradualmente, reduce la distancia.
Con estos consejos, podrás convertir el baño en un momento agradable para tu perro, usando una educación canina amable que fortalezca vuestro vínculo.
Tres Uliconsejos antes de irte:
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Ahora si, me despido hasta la próxima.
Un besote,
Noemí