Quizás te estás preguntando ¿mi perro es altamente sensible?
El objetivo de hoy, es aclara tus dudas.
Este concepto, introducido por la psicóloga y autora Elaine N. Aron en la década de 1990, nos invita a conocer un rasgo de personalidad que también afecta a nuestros perros.
La alta sensibilidad, desde la visión de una educación canina amable, lleva a nuestro perro a procesar el mundo que le rodea de manera más profunda y reflexiva, manifestándose en una mayor receptividad a estímulos sensoriales, emocionales y sociales.
Esto puede traducirse en miedos, comportamientos reactivos, estrés… pero cuidado, porque la alta sensibilidad no siempre va unida a este tipo de comportamientos.
Abro melón, atención ¡Spoiler!
¿Qué pasa si nosotras también somos altamente sensibles?
CONTENIDOS
La Alta Sensibilidad en Perros: Estadísticas y Cualidades
En cuanto a los seres humanos, se estima que alrededor del 15-20% de la población mundial posee este rasgo de personalidad.
Las personas altamente sensibles presentamos una mayor capacidad para procesar información sensorial, emociones y estímulos sociales.
Pero no se trata de una condición patológica, sino de una variación natural que aporta ligeras diferencias a la experiencia humana.
En el reino animal, la alta sensibilidad también ha sido observada y estudiada, particularmente en perros.
Aunque no hay cifras exactas, se cree que un porcentaje significativo de perros (similar al porcentaje en seres humanos) manifiesta esta característica, influyendo en su forma de interactuar con el entorno y con sus propias familias.
Las cualidades comunes entre personas y animales altamente sensibles incluyen una mayor percepción de los detalles, una profunda capacidad para empatizar con las emociones de las demás personas y una tendencia a sentirse abrumadas en entornos ruidosos o caóticos.
Además, tanto seres humanos como animales muestran una respuesta más intensa a estímulos ambientales, reflejando una mayor conexión con la naturaleza.
Diferencia entre Perros Reactivos y Perros Altamente Sensibles
En el mundo canino, dos términos que a menudo se entremezclan pero que no tienen por qué ir unidos, son “perro reactivo” y “perro altamente sensible”.
Comprender estas diferencias es esencial para abordar las necesidades emocionales y comportamentales de nuestros perros.
Veamos ambos conceptos más en detalle:
1. Perros Reactivos: Una Respuesta Exacerbada
Antes de continuar, quiero aclarar que aunque se utiliza el concepto “reactivo”, sería más adecuado utilizar la palabra “comportamientos reactivos”, ya que un perro no es reactivo como algo inherente e inamovible de su conducta, sino que emite comportamientos reactivos como respuesta a una situación determinada, lo que significa que estos comportamientos son modificables.
Cuando nos referimos a un perro con comportamientos reactivos, estamos hablando de un individuo que tiende a reaccionar de manera intensa y, a veces, desproporcionada ante ciertos estímulos.
Estos estímulos pueden variar desde la presencia de otros perros hasta ruidos fuertes o situaciones desconocidas.
Estos perros pueden manifestar comportamientos como ladridos frenéticos, tirar de la correa o intentar huir, siendo la emoción más prevalente la FRUSTRACIÓN.
La reactividad en los perros, aunque es fácil que se desarrolle en PAS, no siempre se relaciona con una sensibilidad extrema; sino que puede y suele surgir como una respuesta aprendida o condicionada a determinadas situaciones.
Por ejemplo, un perro que ha tenido experiencias negativas con otros perros puede emitir comportamientos reactivos al encontrarse con ellos en el futuro.
2. Perros Altamente Sensibles: Reconectar con el Mundo
Como anticipaba anteriormente, los perros altamente sensibles son aquellos que procesan la información sensorial y emocional con una intensidad notable.
Los perros altamente sensibles no necesariamente presentan comportamientos reactivos; de hecho, muchos de ellos pueden tener una disposición tranquila y equilibrada.
Sin embargo, su sensibilidad puede hacer que ciertos entornos o interacciones requieran un manejo cuidadoso para evitar situaciones estresantes.
Cómo Diferenciar un Perro con Alta Sensibilidad de un perro con Comportamientos Reactivos
1. Observa las Respuestas: Los perros con comportamientos reactivos tienden a mostrar respuestas más explosivas y directas, mientras que los perros altamente sensibles pueden tener reacciones más sutiles pero intensas.
2. Orígenes de la Conducta: La reactividad puede ser el resultado de experiencias pasadas, mientras que la sensibilidad a menudo tiene raíces más profundas en la personalidad del perro.
3. Manejo Adecuado: Tanto los perros con comportamientos reactivos como los altamente sensibles pueden mejorar en un entorno tranquilo y con estrategias adaptadas a sus necesidades individuales.
Conocer la personalidad de tu perro te permitirá ofrecer el apoyo y la guía que necesita.
Tanto si presenta comportamientos reactivos, como si es altamente sensible o una combinación de ambos, cada perro merece ser comprendido.
Diferencias entre un Perro Miedoso y un Perro Altamente Sensible:
Otro punto a tener en cuenta es la confusión que existe con los perros miedosos.
Un perro miedoso no tiene por qué ser un PAS, y a la inversa.
Los perros, al igual que los seres humanos, tienen personalidades únicas y complejas.
Aquí te presento las diferencias principales entre estos dos perfiles caninos:
1. Reacción ante Estímulos:
- Perro Miedoso: Muestra respuestas intensas y visibles ante estímulos específicos, como temblores, jadeo excesivo, ladridos compulsivos, y puede buscar esconderse o huir.
- Perro Altamente Sensible: Procesa estímulos con mayor intensidad pero no necesariamente responde con miedo evidente. Puede mostrar una mayor receptividad emocional y sensorial sin necesariamente demostrar temor visible.
2. Causas de Comportamiento:
- Perro Miedoso: El comportamiento temeroso a menudo tiene raíces en experiencias negativas pasadas, traumas o falta de socialización adecuada.
- Perro Altamente Sensible: La sensibilidad puede ser una característica innata del perro, no necesariamente vinculada a experiencias traumáticas. Pueden ser conscientes y reactivos a sutilezas en su entorno desde una edad temprana.
3. Manifestación Emocional:
- Perro Miedoso: Las emociones predominantes suelen ser el miedo y la ansiedad, manifestándose de manera evidente y a menudo asociadas con situaciones específicas.
- Perro Altamente Sensible: La sensibilidad se manifiesta en una mayor percepción y reacción emocional, pero no necesariamente con miedo. Pueden mostrar una conexión profunda con las emociones humanas y los cambios en el entorno.
4. Respuestas a la Socialización:
- Perro Miedoso: Puede mostrar resistencia o temor hacia situaciones sociales, nuevos lugares o interacciones con otros perros y personas.
- Perro Altamente Sensible: La sensibilidad puede expresarse como una mayor afinidad hacia la conexión social, aunque pueden requerir ajustes en la intensidad y duración de las interacciones.
5. Estrategias:
- Perro Miedoso: Requiere un enfoque delicado para superar miedos específicos, enfocándose en construir confianza y asociaciones positivas.
- Perro Altamente Sensible: Es imprescindible que se reconozca y respete su sensibilidad, proporcionando entornos equilibrados y permitiéndoles procesar la información a su propio ritmo.
En conclusión, tanto los perros miedosos como los altamente sensibles merecen comprensión y educación canina amable personalizada.
Al conocer sus necesidades individuales, podemos crear entornos enriquecedores que fomenten su bienestar emocional y fortalezcan el vínculo multiespecie.
¿Cómo Ayudar a Perros Altamente Sensibles? Estrategias para su Bienestar
Para ayudar a perros altamente sensibles, es esencial comenzar por comprender sus necesidades individuales.
Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudarte a mejorar la vida de tu compañero canino:
1. Ambiente Tranquilo y Predecible:
Crea un entorno hogareño que sea tranquilo y predecible.
Evita cambios bruscos, ruidos fuertes y situaciones estresantes siempre que sea posible.
Proporcionar un espacio seguro y sereno contribuirá significativamente a su bienestar emocional.
2. Socialización Gradual:
La socialización es crucial, pero para un perro altamente sensible, este proceso debe ser todavía más gradual y positivo.
Exponlo a nuevas experiencias y personas de manera controlada, motivando comportamientos calmados y ofreciendo apoyo constante.
3. Educación amable:
Opta por métodos amables que te ayuden a construir una relación basada en la confianza y el respeto mutuo.
4. Rutinas Establecidas pero Flexibles:
Establece rutinas FLEXIBLES para tu perro.
La previsibilidad de la rutina proporcionará seguridad y estabilidad, elementos cruciales para un perro altamente sensible (siempre que no te pases y lo militarices)
5. Proporciona un Refugio Seguro:
Asegúrate de que tu perro tenga acceso a un refugio seguro donde pueda retirarse cuando se sienta abrumado.
Esto podría ser una cama cómoda en una esquina tranquila de la casa; deja que él elija el lugar.
6. Nutrición y Salud Mental:
Presta atención a la dieta de tu perro, ya que la nutrición puede influir en su salud mental.
La mejor opción es la nutrición natural.
7. Juegos Mentales y Físicos:
Proporciona juegos mentales y físicos para mantener a tu perro estimulado de manera positiva.
Los juguetes interactivos y las actividades que desafíen su mente pueden ser beneficiosos.
Comprender y ayudar a un perro altamente sensible requiere paciencia, empatía y un enfoque personalizado
¡ese es el truco!
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