Ulises y Argos

¿Cómo ayudo a mi perro a gestionar sus emociones?

mi perro esta frustrado

¿Te has preguntado alguna vez qué se cuece en la mente de tu perro?

¡Hoy hablamos de comportamiento canino y de la importancia de la gestión emocional de tu perro!

¿Te cuento un secreto?

Los perros son como nosotras, pero con más pelo y con un lenguaje completamente diferente.

Cada ladrido, salto o meneo de cola tiene un significado.

Analizar y ayudar a tu perro en su gestión emocional es fundamental para entender por qué se comporta de cierta manera y saber cómo podemos ayudarle.

CONTENIDOS

Los desequilibrios de tu Perro: ¡Aprendizaje y Emociones!

Los perros tienen su propia manera de procesar emociones.

Imagina que un perro ha tenido una experiencia negativa, como un encuentro desagradable con otro perro dorado.

Ahora, cada vez que ve uno, su radar emocional se enciende, ¡y BAM! la situación se nos va de las manos. 

O lo que es lo mismo.

Si tu perro está atravesando una mala racha emocional durante mucho tiempo, se mostrará irascible… como un volcán a punto de entrar en erupción.

… Y ante situaciones que solía manejar bien, comenzará a reaccionar de manera negativa.

¿Por qué?

Porque está liberando estrés por donde puede.

Es como si dijera: «¡Ya no puedo más, tengo que explotar!»

Por otro lado, la genética también desempeña un papel importante.

Algunos perros nacen con más sensibilidad emocional que otros, especialmente en lo que respecta al miedo.

Puedes tener un perro altamente sensible o que, simplemente, se asusta más fácilmente que su amigo peludo del parque.

Pero ojo, la epigenética también tiene su importancia.

¡El entorno puede cambiar el papel de los genes! Así que, analiza y conoce a tu perro.

Ahora si, aquí viene lo interesante: lo que provoca una emoción puede variar de un perro a otro.

Como los seres humanos, cada perro tiene su interpretación única del mundo.

¿No hay personas que conviven con serpientes mientras que a otras les causan un repelús enorme?

Esta es la razón por la cual algunos programas de educación canina no funcionan, ya que cada perro es único, y lo que funciona para uno puede no ser la fórmula mágica para otro.

La clave está en comprender la complejidad única de tu perro y en adaptar las estrategias a su perronalidad.

En resumen, nuestros amigos peludos son como cajas de sorpresas.

…y esto va más allá de utilizar reforzadores como comida o juguetes; se trata de entender a tu perro y, sobre todo, de entenderte a ti misma y de cómo os complementáis como familia y como especie.

Vínculos Emocionales: La Conexión entre Perros y Seres Humanos

Los perros son como esponjas emocionales, o lo que es lo mismo, pueden percibir y «asumir» tu estado de ánimo.

Si estás feliz, ellos también lo están, pero si estás estresada, prepárate para observar comportamientos ansiosos.

La consistencia emocional es clave para mantener un ambiente armonioso.

La Fórmula para Fomentar la Calma: Los Pilares

1. Relax: Menos Estrés, Más Alegría

El primer paso es desacelerar. Reducir o eliminar las fuentes de estrés para tu peludo le proporcionará unas vacaciones mentales (y también te las dará a ti).

¿A quién no le gustaría eso?

2. Juegos Mentales: Potenciando su Inteligencia

¿Quieres un perro inteligente? Dale desafíos mentales.

Juguetes de rompecabezas, búsqueda de premios o aprender trucos nuevos.

Eso sí, no olvides hacerlo con coherencia, de lo contrario podrías provocar el efecto contrario.

3. ¡Autonomía, por Favor!

A nadie le gusta que le digan qué hacer todo el tiempo, ¿verdad?

Lo mismo aplica a los perros.

Deja que tomen decisiones simples, como elegir su juguete o decidir dónde dormir.

¡Se sentirán empoderados!

4. ¡Explorar es fundamental!

A los perros les encanta olfatear; es como su superpoder.

Acompañarlos en su paseo no es solo ejercicio, ¡es como leer un libro para ellos!

Déjalos socializar con otros perros.

5. Ajuste emocional en momentos difíciles

Imagina que tu perro teme algo, como el sonido de los cohetes.

Puedes cambiar su reacción exponiéndolo gradualmente al sonido mientras le ofreces cosas positivas (ojo, positivas para él, no para ti, que no es lo mismo).

6. ¡Tiempo de Calidad!

En este mundo acelerado, dedicar tiempo REALl a tu perro es fundamental.

Juegos, masajes, caricias y aventuras compartidas fortalecen la gestión emocional.

7. Nutrición Emocional: una buena dieta

Sí, la comida también cuenta.

Alimenta a tu perro con una dieta equilibrada.

La nutrición influye en su salud mental.

¡Únete a la dieta natural!

8. Comunicación No Verbal: Entenderse sin palabras

Aprende el lenguaje corporal de tu perro.

A veces, un simple gesto dice más que mil palabras.

Conocer sus señales te ayudará a entender sus estados de ánimo.

Conclusión: Conecta con tu Perro

No existen trucos rápidos, existen la empatía, la coherencia y la constancia.

No se trata de solucionar problemas, sino de entender y crear una conexión más fuerte con tu perro, teniendo en cuenta sus propias montañas rusas emocionales.

Y ahora que ya lo sabes

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En ella te cuento lo que no me atrevo a decir en las Redes.  

Me despido hasta la próxima.

Un besote,

Noemí